Este domingo, Carmen podrá disfrutar de la tarde con su hijo Dani sabiendo que, ahora, tendrá más fácil cambiar su sexo registral y no necesitará un diagnóstico médico que certifique que es una persona trans.

Este domingo, Dani, el hijo de Carmen, estará más cerca del radical derecho a la rutina. Estará más cerca de no sentir miedo, vértigo y vergüenza cuando en el cole pasen lista y el profe pueda equivocarse al decir su nombre. Porque Dani no tendrá que volver a sentir las miradas extrañas de sus compañeros, porque su nombre es el que, por fin, aparece en su DNI y nunca nadie se volverá a equivocar.

Este domingo, si Lucía sufre una agresión homófoba, tendrá derecho a asistencia psicológica, jurídica y de servicios sociales completamente gratuita.

Este domingo es el día en el que Marina, Carlos y Alex, después de años de espera, pedirán cita previa en el Registro Civil para cambiar su sexo sin necesidad de hormonarse durante dos años, provocando daños irreparables en su organismo.

Este domingo, Ana y Gabriela tomarán la decisión de quedarse embarazadas, porque hoy sí, la Seguridad Social vuelve a cubrir la reproducción asistida a las mujeres lesbianas, bisexuales y a toda persona trans con capacidad de gestar. Además, cuando Ana dé a luz, Gabriela también podrá inscribir en el Registro a su hijo como biológico y no como adoptivo.

Este domingo celebramos que estamos más cerca de vivir nuestra vida sin tener que luchar por vivirla. Celebramos por los primeros, los que nos han traído hasta aquí poniendo el cuerpo y, en ocasiones la vida. Celebramos por los que vienen, los chavales de 15 años que solo han conocido la España de los derechos sociales, la del matrimonio igualitario, la de la Ley del aborto y la España de la Ley trans, entre otras. 

Celebramos, también, sin pasar la página del todo, porque hay muchos, muchas y muches que se han quedado por el camino, que no han podido llegar hasta este domingo a disfrutar con nosotras. Iván de Sallent, Samuel Luiz de Coruña o Sonia Rescalvo de Barcelona, todas víctimas de la LGTBfobia a la que aún nos enfrentamos.

Pero, amigas, disfrutemos hoy de esa cañita bien fresquita en una terraza al sol que tanto nos apetece. Disfrutemos, abracemos y besemos a los nuestros, que hoy es día de fiesta, pero mañana nos toca volver a remangarnos. Porque aún nos queda tiempo y derechos para poder dejar de reclamar vivir nuestras vidas.